Pasé el día en Dique Luján, en una quinta de amigos en Ing. Mashwitz (no sé como se escribe). Me había llevado hasta la bikini, "por las dudas", pero, como vieron, el día no me ayudó a lucirla. También llevé mis apuntes de historia, pero más por sacarlos a pasear, que por pensar que realmente iba a poder darles una leída. Por suerte, pude leer un par de hojas, al menos.
El día también contó con:
- Mini concierto de Cello
- Mini clase de Yoga (bah, mas que nada, de elongación)
- Fila para ayudar a una de las chicas a tipiar un trabajo en una notebook
- Llamado al celular de mi amigo Pablo, para avisarle que en ese preciso instante estaba sonando la alarma de su quinta (otra, porque es otro chico), y seguido quilombo de llamados entre él, su hermana, la policía y el casero.
- Viajar, de ida y vuelta, en la parte de atrás de todo de un auto tipo "weekend" o "familiar", con la excusa de todos de que "sos la más chiquitita". Eso tuvo la yapa de tener que taparme con una campera, para que al pasar por al lado de la cana, no vieran que eramos varios mas de los permitidos pasajeros de un auto.
- Sanguche de lomito, exquisito, y provoleta requemada.
Un lindo día.
Ah, y a la noche me reuní con la parte "libanesa" de mi flia, y comi, comi y comí comida árabe.