Desde mi ombligo

Cuando era chica, en época de "fiestas", mi mamá me llevaba a Harrod's, porque había unos juegos.
El tema es que, para poder entrar a los juegos, necesitabas unos tickets, que te los daban unos tipos vestidos de papá noel o los reyes magos (depende de la fecha). Obviamente, siempre había una cola gigante, llena de padres deseosos de que sus hijos pasen una tarde en el pelotero gratis.
Yo hacía la cola con mi mamá, nos la bancabamos enterita. Re buena chica.
Lo malo es que, cuando llegabamos al final, y veía a los reyes (o papa noel), me agarraba un verdadero pavor y huía a los gritos descosidos. Pobre mi mama... la verguenza que le haría pasar!

nunca me gustaron las personas disfrazadas (fuera de las fiestas de disfraces, que me encantan). ni los papanoeles, ni los payasos, ni los mimos... (tengo una teoría sobre el posible por qué, pero la dejo para otro día)