Más Quilmes Rock
Algo que me sorprendió de esta última fecha del festival, es que podías darte cuenta muy fácil quién iba a ver a qué banda.
Los chetitos o alternativitos (encontrandome yo, obviamente, en la primer definición) con anteojos gruesos, remeras al cuerpo o de colores, o bien vestidos, eramos el público de Catupecu.
Los viejitas de uniforme stone (a saber: flequillo que termina recto sobre las cejas, remeras sueltas, jeans recontragastados para los hombres y polleras ultracortas para las mujeres, pañuelito al cuello y topper), eran el obvio de Intoxicados.
Los nenes que iban acompañados por sus padres, gente con remeras del grupo y "público en general", eran de la Bersuit.
Era increíble ver en los intervalos a los que se iban para atrás y para adelante.
Y a pesar de eso, yo sigo con mi idea de que la ropa NO define ni personalidad ni la música que te gusta. Cabeza dura la mía.
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